- Los  Ojos  Hablan  -

Jose Luis Cabezas nació en  Wilde  el 28 de noviembre de 1961.  Algunos años menor que Gladys ( su hermana), le gustaba  escuchar  musica como los Rollings Stone, Soda Stereo, Los Beatles...

 

Unos de sus primeros trabajos relacionados con la fotografía fue en la embajada de Francia, como fotógrafo de eventos sociales. Por aquel entonces Menem recien asumia el cargo de presidente de la Nación. José Luis, fotografío al ministro de economía, Miguel Angel Roig, que se encontraba en la embajada festejando un nuevo aniversario de la Toma de la Bastilla.  Al retirarse el coche en el que viajaba, apenas unos docientos metros del estacionamiento, Roig, falleció  de un paro cardiaco. José Luis Cabezas tenía la última foto en vida del ministro....

Se dirigió entonces a la calle Sarmiento, donde se encontraba la redacción de la revista Noticias.  Hugo Ropero, subdirector de fotografía  y Carlos Lungui jefe de fotografía, de la publicación, lo recibieron en la vieja redacción. Jose Luis tenía la última y única foto del ministro con vida minutos antes de morir. La ofreció a la revista. A Lungui y Ropero les ganó su voluntad, su tremenda simpatía  y buen humor. Asi empezaron una relación laboral en el que al principio  trabajaba como colaborador. Con el correr de los días no sólo se gano un lugar en la redacción sino tambien su amistad.

 

Cuando le tocó cubrir su primera temporada en Pinamar conoció a Cristina Robledo, una pinamarense que trabajaba como recepcionista del hotel donde  se alojaba.

-"Pe....  ( lo cargaban sus jefes) la primera  mina que te hace una sonrisa y ya te enamoras. ¡¡No ves que sos un novato!!". 

Con esta relación  sentimental, José Luis, pasó a ser pinamarense. Visitaba Pinamar casi todos los fines de semana. Así se hizo fotógrafo de temporada en la ciudad balnearia, pues la familia de su novia eran de alli.

 

Con sus amigos compartía muchos momentos... sobre todo cuando se muduraron con Cristina a una quinta que alquilaban en Pacheco.  Lo más gratificante eran los momentos de charlas, de asados y en las noches las conversaciones al lado de la chimenea  junto al fuego después de la cena. Así era Jose Luis,  un tipo trabajador, sencillo, divertido, un poco petizón pero con mucho humor... 

 

Al momento de su asesinato José Luis  tenia 35 años y tres hijos: Agustina de  seis años , Juan de 4 años y Candela de 3 meses.